Tras el primer viaje a Africa, un pensamiento....
De todos es sabido o por lo menos sospechado que Africas hay tantas como ojos la miren, como horas pasen o como estados de animo existan. Un mismo sitio cambia radicalmente en cuestion de segundos y las situaciones pueden truncarse o arreglarse espontáneamente.. de la risa al llanto y del llanto a la risa no existen fronteras y al momento puedes encontrar su cara mas dulce o su mas cruel cara...
Alli nada cuenta, nada queda, tan solo el registro en las memorias.. el tiempo es tan lento como constante, transcurre sin ruido pero borrando de la faz toda huella de nuestro paso y solo en las mentes de sus gentes y en las nuestras queda aquello que vivimos. Africa es imperturbable, siempre ha existido y siempre existira, nada hay que la afecte.. dama dura y curtida en mil tormentas mira de soslayo nuestras timidas incursiones por su piel a sabiendas que nosotros nos iremos y ella quedara..
Aun asi, con toda su crudeza, es madre de la mas hermosa gente, personas conocedoras de la fragilidad de la existencia, capaces de valorar cada minuto con intensidad, sabias en su mundo.. de consejo simple y clarividente, amables y entregados, pacientes, curtidos.. gentes que no juzgan, sin estupidos perjuicios y capaces de darte lo poco que tengan de corazon.
Estas mil Africas hemos conocido en los intensos dias de tan corto viaje. Nos ha enamorado, calado hasta la medula. Su mejor regalo una nueva prespectiva, una nueva imagen del mundo, un mejor entendimiento y un cambio en las prioridades mas basicas.
Africa, y ese pequeñisimo rincón, Marruecos, nos ha abierto las puertas de par en par, nos ha aceptado sin favores ni contemplaciones, su mensaje ha sido “queredme como soy, dulce y cruel” y asi hemos aprendido a quererla, asi la amamos y asi la reencontraremos..
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